La Alemanya nazi fue un destino muy solicitado tanto a Europa como en el resto del mundo, especialmente para una luna de miel, al menos hasta que empezó la II Guerra Mundial.
Y aunque parezca imposible, muchos de los turistas se llevaron una impresión positiva, y hasta de una sociedad activa, moderna y optimista.
En el libro «Viajeros en el Tercer Reich» de Julie Boyd, se recogen todos los testimonios de personas que visitaron el país durante el régimen de Hitler.
Muchos de estos venían con una opinión formada antes del viaje, y después veían lo que querían ver. Otros en cambio, la cambiaron rápidamente…
Uno de los testimonios más emotivos es el de una pareja americana que estuvo en el país de luna de miel, cuando de pronto, una mujer judía se les acercó angustiada y les suplicó que salvaran a su hija judía y se la llevaran. Y así mismo lo hicieron.
¿Era fácil percibir toda la cruel historia de Alemania?
En general no. Alemania era un lugar encantador en muchos aspectos, el que percibías dependía de la experiencia que tuvieras tu mismo, y a la vez, de tu propia ideología. Si simplemente viajabas como a un turista, era fácil que la gente y la propaganda te llegasen a convencer de que Hitler estaba haciendo algo bueno por Alemania, sobretodo al principio de la instauración del régimen.
Además, el miedo al comunismo y el antisemitismo hasta hacía sentir a algunos viajeros de clases altas, afines a la nueva Alemania.
La autora del libro explica que una de las cosas que había que decidir un turista al llegar al país, era si hacer o no la salutación nazi.
¿Era peligroso viajar a Alemania?
La respuesta es que no para los viajeros corrientes (mientras no fueses un periodista), normalmente se acostumbraba a dar un muy buen trato a los viajeros para dar una buena imagen al mundo, y convencer de la bondad del sistema nazi.
¿Cómo hubiésemos percibido cada uno de nosotros la Alemania nazi?